sábado, 15 de octubre de 2011

Nuevamente están con nosotras...

LAS HISTORIAS DE MADY
Experiencias al borde... de qué?
Historia 3


Luego del Gran Hernán (ese amor imposible y que tanto impacto generó en la vida de M.) apareció el galán Fabrizzio
- dependiendo de lo que cada una se imagine como galán-.

Alto, delgado, de ojos azules, “mirada profunda e intensa”, “subyugante”… codiciado por todas las chicas, se presentaba  ante sus ojos como “el príncipe azul”, apuesto e  inalcanzable para esta adolescente que se sentía una Cenicienta.

Una noche, de esas en las que las estrellas iluminan el firmamento,  en la que el auto que la fue a buscar no se convirtió en calabaza se acercó él, bello, radiante… etéreo, sonaba suavemente una dulce música de fondo (podía verse como la más osada propaganda de televisión) y la invitó a bailar…  No podía creer que la invitara a compartir ese baile por lo cual antes de que él se arrepintiera presurosa aceptó.
Nunca se había sentido tan liviana…  bailaron, bailaron… y bailaron toda la velada, no quería que esa noche terminara, pero como todas las cosas buenas y lindas, llegó el final. ¡ Las cinco de la madrugada! , el momento en que la venían a buscar… debía correr a la entrada donde el chofer la buscaría, como un ruego con clavó su tierna mirada en los ojos de él, no se atrevía a pedirle con palabras que la llamara, pero él leyendo su mirada, susurró en su oído: “ nos vemos mañana?... “ Conteniendo el estallido de su corazón por su alegría, totalmente incrédula,  le dijo tímidamente si!

Esa madrugada no pudo dormir, imaginando un beso o un abrazo de ÉL…  repasaba cada detalle de esa noche en la que se sentía inmensamente feliz.

Por su cabeza pasaron infinidad de imágenes, como películas, todas con final feliz… tenía una sonrisa dibujada en su rostro… no podía creer que “Él” la haya mirado…
Se hizo muy larga la espera… pero llegó el momento del encuentro… en la confitería del pueblo en la que solían encontrarse todos los adolescentes.

Ese día no dejó librado al azar ningún detalle, peinó cuidadosamente su cabello y  arregló presurosa la ropa que portaría. Estaba nerviosa y  a la vez feliz, le transpiraban las manos, se las retorcía haciendo sonar los dedos.

Cuando se encontraron, no sabían  que hablar… él (que la noche anterior parecía tan suelto) mostró una gran timidez y apenas balbuceó algunas palabras…  a ella también  le ganó la timidez a pesar de ser una gran conversadora con las personas conocidas… Nada se parecía a lo que había imaginado  y así estaban, ella absorta en sus pensamientos mientras de a ratos, lo devoraba con la mirada, cuando este soñado príncipe azul, se acerco la tomó en sus abrazo y le dio un beso… SU PRIMER BESO…
La desilusión y el desagrado invadieron su cuerpo, especialmente su mente, Quiso correr pero no pudo,  no fue como en la película que había soñado… trató de disimular estas sensaciones raras, desagradables que roían su ser y no sabía por qué. Finalmente encontró una excusa para irse  y  dejarlo allí.

Mady corrió  en busca de alguna amiga con la cual compartir esa experiencia  espantosa. Ella sintió que esta era su “Gran desilusión” ese príncipe azul tan idealizado  se convirtió en un sapo, pero no cualquier sapo, "un sapo de ojos azules".

Trató por un tiempo de revertir esas feas sensaciones que sentía cuando él la besaba, se encontraron un par de veces más hasta que dejaron de verse, así sin más.

Mady sentía que él no era lo que ella pretendía, lo que  ansiaba … ese  príncipe azul, que la besaría y la sacaría del ensueño propio de la infancia.


1 comentario:

Anónimo dijo...

El galán tendría mal aliento, tal vez????