miércoles, 10 de agosto de 2011

Alternativas para intentar salvar.... (a la pareja?)


Terapia de pareja

En uno de esos terribles días en los que estás pum para abajo, sumida en una devastadora depre, que hasta los dibujitos animados te hacen llorar… se te cruza la loca idea de hacer “terapia de pareja” (o tal vez no sea tan loca). 
Te aferrás a esto como si fuera la tabla de salvación  porque en una de esas, quien te dice, tal vez pueda funcionar y de pronto ser la “familia Ingals”.
Entonces preguntás a los íntimos, consultas, buscás hasta que encontrás  “EL TERAPEUTA” con un curriculum bri-llan-te: de 300 parejas tratadas, 300 despues de terminada la terapia se volvieron fuertes, indisolubles, más dedicadas y cariñosas.
Así que decidida a todo sacás un turno. Como de favor te dan un sobre turno para un mes después -fecha que con letras enormes registrás en el almanaque-
Desde que te dieron el turno hasta dos días antes, intentás contarle a tu ex que le proponés hacer terapia de pareja; pero te frena que lo ves poco, que te toca bocina para dejarte los chicos y para cuando saliste te encontrás con los gurrumines en la puerta, envueltos en la humareda que dejó el caño de escape de su auto.
Así no se puede!, pensás… entonces toda temblorosa y a la vez furiosa lo llamás por teléfono y en tono imperativo le decís: “mañana a las 15hs. tenemos turno con un profesional en Alcorta al 1200. Nos encontramos allá” y cortás.
El hombre en cuestión queda pasmado preguntándose “qué profesional????, de que????  Y de orgulloso que es no te llama para preguntarte nada.
A la hora fijada se encuentran ahí, casi sin hablarse entran al consultorio, “El Profesional” por lo menos es puntual, pensás. De soslayo mirás a tu ex y le ves la cara de terriblemente desorientado… por las dudas no te animás a decir nada.
El profesional en cuestión los observa sin hablar. Nadie habla… pasan 5 minutos, después 10 y pensás: con lo que me salió la consulta tengo que animarme a hablar, así rompés el silencio y decís: “venimos porque él me dejó, me dijo que no sabía si quería envejecer conmigo”
Ahí él entiende de lo que se trataba… y comienza a fluir la conversación, fluir es una manera de decir, en realidad parecía un dragón lanzando llamaradas contínuas de reproches:
  • porque VOS preferías quedarte en casa,
  • porque VOS no querías a mi familia,
  • porque VOS preferías mirar la novela a estar conmigo,
  • porque VOS no me dejabas comprar el paquete de fideos que yo quería,
  • porque VOS, no te sacrificaste por mi, porque vos, porque vos, porque vos…
Ahí te diste cuenta que ese maravilloso hombre, príncipe azul con el que te habías casado, se había transformado en un horrible sapo almacenador de rencores. No entendías muy bien que pasaba pero el tipo se acordaba hasta del 3er.día de casados cuando fueron al super y le dijiste que no pusiera ese brócoli en el carro porque estaba podrido.
Atónita por la situación, cuando estabas roja de ira a punto de estallar y responder una a una sus acusaciones, “EL PROFESIONAL” les dice: bueno se terminó el tiempo. Como turno para la semana próxima no tengo y me queda libre uno el mes que viene, los espero ahí.
Obvio que NO!!! Respondieron a dúo y salieron cada cual por su lado.
Bueno, nadie es perfecto… de 301 parejas tratadas, ustedes fueron la excepción a la regla.

Su Sif


(Parte 9, cont...)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Salvar a la pareja a travès de terapia puede ser un buen recurso pero no "èl recurso" y/o tabla de salvaciòn. Estoy convencida que cuando algo se rompe es imposible volver a anudarlo... No es que sea negativa.... pero para llegar a esa instancia habitualmente pasaron un montòn de cosas... ya sea en lo real como internamente.
Me encanta la descripciòn del terapeuta... ja... aunque no todos son así.

Anónimo dijo...

Una pregunta... que pasa luego de esa experiencia terapeútica? qué otras alternativas existen?

Anónimo dijo...

Levante la mano la que no tuvo la experiencia de encontrarse con un principe convertido en sapo!!!!!!!

Anónimo dijo...

Me hiciste reflexionar con tu comentario... yo no encontré otras alternativas. Lo único que puedo mencionarte seriamente es que no hay nada mejor y mas sano que separarse con dignidad, sin escandaletes ni pases de factura inútiles.