domingo, 21 de agosto de 2011

Sorpresas te da la vida... en el super... o en algún otro lugar...


Entonces pasa que un día (esos en los que los chicos están con su papá), vas al super y te tomas el tiempo de recorrerlo, ver cada precio, leer cada etiqueta y cuando estás con la lata de arvejas en la mano leyendo la tabla de calorías, te sorprende una voz ronca que te dice “hola”, saludas como al descuido porque estas absorta en la tabla de calorías de la lata de arvejas, pero algo te llama la atención … te quedas viendo la espalda de aquel hombre erguido, con porte interesante que se pavonea por los pasillos del supermercado.
Continúas con tus compras y cuando salis empujando ese maldito carro que tiene las ruedas trabadas, mascullando una puteada y que en lugar de obedecer tu conducción pareciera que tiene vida propia, te encontrás con el elegante señor que se apresura a ayudarte con tus compras. Qué desacostumbrada estás a tanta gentileza! Asi que entre desconfiada y parca, tironean el carro hasta que se lo cedes; descarga las compras en el baúl de tu auto, lo escuchas halagarte e invitarte a salir… Se agolpan mil ideas en tu cabeza que te hacen dudar, aceptas, no, sólo atinas a respirar profundo (es la primera invitación que recibís desde que te separaste) y respondes tímidamente que sólo se encontrarán a tomar un jugo en una confitería céntrica.   Queda la cita agendada para el día siguiente.

Casi no podés dormir. 
Estas contenta porque “Todavía calificas en el mercado!!!!!!!” 
Y eso que estas natural, sin siliconear.
Pasás de sentirte un escuerzo a una doncella. 


Si Sif


(Parte 14, cont...)


2 comentarios:

Anónimo dijo...

y cómo siguee??????

Su Sif y LiSa dijo...

Ahí va la continuidad de la historia... "Del Super a la primera cita"