miércoles, 31 de agosto de 2011

Los compañeros de trabajo



Te miran de soslayo, casi con lástima y por ahí los escuchas murmurar en algún pasillo el tan terrible: “se separó” y se inicia una cadena de fantasmagóricos chismes de los por qué o por quién.

Que nunca se separe un compañero tuyo después o antes que vos porque obviamente te separaste por él o se separó por vos.  
Ante esta situación dejás que hablen, no vas a dedicarte a ir uno por uno desmintiendo o aclarando los causales, cual si fueras las mellizas Pombo en los programas de cholulaje.

Dentro del grupo de compañeros están los pata que se empecinan en que estés bien, hablan temas que saben te agradan distrayéndote de la angustia que sentís, es así como te dan algunos tics de cocina,  te recomiendan películas –a todas les encontrás algo similar a tu vida fliar y te dejan taciturna- , lugares para salir o ir de compras, tampoco falta el que te quiere presentar algún amigo  (porque necesita que deje de serlo).

Así pues te recomiendan un lugar para hacer compras con precios bajos y  allí estás  inmersa en tu situación personal (fuiste por el sólo hecho de cambiar hábitos, renovar aires) cuando se te acerca un septuagenario a tocarte el brazo y balbucearte obscenidades. Apenas alcanzás a reaccionar y huís despavorida sin poder creer que solo llames la atención de los adultos mayores, por no decir tercera edad.

Miércoles!... si éste es mi target, no tengo esperanzas de sentirme rejuvenecida, fantástica, pensás… es así que volves a sentirte vapuleada.


Su Sif




Parte 18, cont...

No hay comentarios: