Cenar
Podré salir a cenar sola? Que dirán? Me mirarán?
Entonces decidís hacer 60 km hasta el pueblo más cercano para pedir una pizza, pero el mozo al entrar te pregunta: mesa para dos? Y en un segundo tira a la mierda esa actitud valiente y altanera de “yo puedo”.
Tenés que salir airosa y pagarle sutilmente con la misma moneda. Entonces rápidamente y sin pensarlo contestas: por qué me ve muy gorda?. Lograste que el tipo se sonroje y disculpe… Te da la mejor mesa y está todo la noche pendiente de vos, te sentís una Reina!
Pero… podrás repetir esta experiencia en tu Pueblo?
Lo intentás y haciendo tripa corazón empezás a salir a almorzar. Entrás con paso firme, erguida, te sentás y el minuto que el mozo demora en llevarte la carta parece interminable. Te sentís observada, no sabés que hacer con las manos, dudás en mirar a tu alrededor, repasás disimuladamente si estás correctamente vestida.
Ordenás la comida y te parece que pasaron mil horas hasta que llega mientras tanto volviste a repasar tu vestimenta, te estrujaste las manos diez veces, te acomodaste el cabello otras tantas, trataste de ubicar un punto en la pared para mirar altivamente el frente, empezás a transpirar y hasta intentás arrepentirte de haber salido sola pero inmediatamente lo anulás tratando de autoconvencerte que lo estás pasando bien.
Terminó tu almuerzo, dejaste una buena propina y salís con paso firme pero lento hacia tu auto. Te subís y por fin… te relajás… después de todo por ser tu primera vez no estuvo tan mal. Involuntariamente se te dibuja una sonrisa de satisfacción y sí!, pudiste, fuiste capaz de salir sola a almorzar.
Este es tu nuevo estado: SOLA, o como yo puse en mi Face: viuda (ja,ja)… Espero que el difunto no se haya ofendido.
Estás sola, tenés independencia económica (que te alcance o no eso ya es otro cantar!), un techo, amigos que te contienen o no y un terapeuta que te recomendaron para intentar comprender (o superar en el mejor de los casos) esta situación. Si lo tenés, te felicito y si no lo tenés, también te felicito. Además[1]… se positiva!, sos autosuficiente, entras y salís de tu casa libremente (como tus hijos que si son adolescentes no te registran), hacés reuniones en tu casa con tus amigas y estás en posición de hacer o por lo menos de imaginar cosas que vaya a saber desde cuando tenías postergadas.
Ojo! No todo es Pum para arriba!... tenemos nuestros bajones, esos días de tristezas, penas y mil inconvenientes económicos. Además nos esforzamos por estar bien, por nuestros hijos. Porque debemos ser su respaldo, apoyo, contención y NUNCA pero NUNCA JAMÁS hablarles mal de su padre. Eso es bajo, ruin e insulta nuestra inteligencia.
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